Posible eliminación de la UF genera incertidumbre en el mercado inmobiliario.

Santiago, 27 de julio de 2025 — Una propuesta impulsada por parlamentarios del oficialismo para eliminar la Unidad de Fomento (UF) ha encendido el debate en el mundo económico y, especialmente, en el sector inmobiliario chileno. La iniciativa busca reemplazar este histórico índice de reajuste por una nueva unidad basada en el peso nominal, con el objetivo de aumentar la transparencia y reducir la complejidad financiera para los consumidores.

La UF, que se ajusta diariamente según la inflación, ha sido utilizada desde 1967 como mecanismo de protección ante la pérdida del poder adquisitivo. Se emplea ampliamente en créditos hipotecarios, arriendos, compraventa de propiedades y contratos de largo plazo. Su eventual eliminación tendría implicancias profundas en la estructuración de precios y contratos en el rubro inmobiliario.

Impacto en el mercado inmobiliario

Expertos del sector han manifestado preocupación ante la falta de claridad sobre qué sistema la reemplazaría. “Eliminar la UF sin una alternativa indexada creíble puede generar desorden y falta de confianza en las proyecciones de precios a largo plazo”, señala María José Bustamante, economista de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).

Constructores, inmobiliarias y bancos también anticipan mayores dificultades para ofrecer créditos hipotecarios con tasas fijas en pesos, debido al mayor riesgo inflacionario. “Hoy la UF permite que tanto bancos como compradores se cubran frente a la inflación. Sacarla del sistema implicaría renegociar miles de contratos e hipotecar la estabilidad del sistema financiero”, advirtió Ricardo Lira, gerente de estudios de una inmobiliaria nacional.

Consumidores entre el alivio y la cautela

Desde la perspectiva del consumidor, la eliminación de la UF ha generado opiniones divididas. Algunos celebran la posibilidad de simplificar precios y evitar reajustes inesperados en dividendos y arriendos. “Muchas personas no entienden cómo funciona la UF y terminan pagando más sin darse cuenta. En pesos sería todo más claro”, comenta Carolina Méndez, arrendataria en Ñuñoa.

Sin embargo, otros temen que, sin un índice de corrección, los precios de propiedades podrían subir en pesos nominales, afectando el acceso a la vivienda.

¿Qué viene ahora?

El gobierno aún no ha entregado una postura oficial definitiva, aunque el Ministerio de Hacienda confirmó que está analizando el impacto de la medida con diversos actores. La CChC y la Asociación de Bancos han solicitado mesas técnicas para discutir alternativas viables antes de avanzar con la legislación.

La propuesta será discutida en el Congreso durante el segundo semestre de 2025, y de aprobarse, su implementación sería gradual. Mientras tanto, el mercado inmobiliario observa con atención, entre la esperanza de mayor transparencia y el temor a una posible desestabilización de uno de los pilares económicos del país.